Desde el momento en que el 180S se acerca por primera vez junto a su presa callejera y suelta un rugido, no hay duda de que es una bestia a la que hay que temer. Pero nada indica qué tan grave es el 180S que una inspección minuciosa de sus componentes. Benelli ha aprovechado al máximo su experiencia en grandes motos para dar rienda suelta a un escaparate tecnológico en la categoría de deporte desnudo de menos de 175,3 cc. Advertencia: se come el pavimento y un apetito infinito por la aventura.