El Benelli Leoncino 250 logra lo imposible con la sincronización perfecta de la actitud vanguardista del scrambler, líneas de diseño elegantes y fluidas, y tecnología y rendimiento totalmente modernos. Debajo de su belleza visceral se destaca un molino avanzado de 249 cc, monocilíndrico, cuatro tiempos y cuatro válvulas, refrigerado por líquido, envuelto en un exquisito chasis de celosía de acero y montado sobre suspensión delantera y trasera derivada de las carreras.